¿Qué es el trauma infantil? 

Los niños no siempre pueden expresar con palabras lo que sienten, pero su comportamiento suele ser un reflejo de su dolor. El trauma infantil ocurre cuando una experiencia estresante o aterradora supera su capacidad de afrontarla, afectando su desarrollo emocional, su autoestima y su forma de relacionarse con los demás. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición a eventos adversos en la infancia puede tener efectos a largo plazo en la salud mental y física, aumentando el riesgo de ansiedad, depresión y enfermedades crónicas en la adultez. 

El trauma puede ser causado por situaciones como la violencia, el abuso, la pérdida de un ser querido o cualquier evento que los haga sentir inseguros o desprotegidos. 

¿Cómo identificarlo? 

Cada niño reacciona de manera diferente ante el trauma, pero algunas señales pueden alertarnos: 

• Se aísla o muestra cambios bruscos de humor (tristeza, agresividad, miedo). 

• Tiene problemas para dormir o sufre pesadillas recurrentes. 

• Manifiesta miedos intensos o evita ciertas situaciones o personas. 

• Presenta dolores físicos frecuentes sin causa médica aparente (dolor de cabeza, estómago). 

•  Retoma conductas de una edad más temprana (mojar la cama, chuparse el dedo, hablar como bebé). 

•  Tiene dificultades para concentrarse y su rendimiento escolar baja. 

• De acuerdo con el Centro Nacional para el Estrés Traumático Infantil (NCTSN, por sus siglas en inglés), la respuesta de cada niño dependerá de su edad, entorno y del apoyo emocional que reciba después del evento traumático. 

¿Cómo ayudar? 

El amor, la paciencia y la estabilidad son fundamentales para que un niño pueda sanar. Aquí algunas formas en las que puedes apoyarlo: 

• Escucha sin juzgar. Permítele expresar sus emociones sin minimizar su dolor. 

• Valida sus sentimientos. Frases como “entiendo que esto te asuste” o “es normal que te sientas así” pueden darle seguridad. 

• Proporciónale un ambiente seguro y predecible. La rutina y el cariño ayudan a recuperar la confianza. 

• Fomenta la expresión a través del juego, el arte o la escritura. estas actividades pueden ayudar a los niños a procesar sus emociones sin necesidad de verbalizarlas. 

• Busca apoyo profesional. Un psicólogo Clínico especialista en trauma puede ayudar a procesar el trauma de manera adecuada. 

Si conoces a un niño que podría estar pasando por esto, recuerda: su comportamiento es su manera de decir lo que aún no puede poner en palabras. Tu comprensión y apoyo pueden marcar una gran diferencia en su vida. 

Por Elizabeth Reyes Heredia 

Elizabeth Reyes es psicóloga clínica y de la Salud, especializada en acompañar a adultos, adolescentes y niños en el manejo de emociones como ansiedad, tristeza y duelos, ofreciendo un espacio seguro para el fortalecimiento bienestar y bienestar emocional.