Compassion Dominicana

Autismo: Comprensión, Desafíos y Empatía en el Camino hacia la Inclusión 

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo que afecta la comunicación, la interacción social y el comportamiento. A pesar de su creciente visibilidad, el autismo sigue estando rodeado de mitos y desinformación, lo que puede dificultar la inclusión y el acceso a recursos adecuados, especialmente en comunidades de escasos recursos.  

En muchos casos, las dificultades económicas limitan la posibilidad de recibir un diagnóstico temprano o acceso a terapias especializadas. Por ello, la concienciación y la educación sobre el TEA son clave para brindar apoyo efectivo a las personas con autismo y sus familias. Este artículo tiene como objetivo ofrecer información accesible y clara sobre el TEA, desmitificar conceptos erróneos y brindar estrategias prácticas para apoyar a las personas con autismo y a sus familias. 

¿Qué es el Autismo? 

El TEA es un conjunto de alteraciones del desarrollo neurológico que se manifiestan desde la primera infancia y persisten a lo largo de la vida. Se considera un espectro porque puede manifestarse de diferentes maneras y con distintos niveles de severidad. Algunas personas con autismo pueden tener dificultades significativas en la comunicación y la interacción social, mientras que otras pueden ser altamente funcionales y desarrollarse con independencia en muchos ámbitos de la vida. 

Las personas con autismo pueden presentar dificultades en la comunicación verbal y no verbal, en la interacción social y en la flexibilidad de pensamiento y comportamiento (American Psychiatric Association [APA], 2013). No se trata de una enfermedad, sino de una condición neurodivergente, es decir, una forma diferente de procesar el mundo y la información. 

Incidencia del Autismo 

Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, 2023), aproximadamente 1 de cada 36 niños en edad escolar es diagnosticado con TEA. La prevalencia del autismo ha ido en aumento, en parte debido a un mayor reconocimiento de la condición y mejoras en los métodos de diagnóstico. Sin embargo, en comunidades con acceso limitado a servicios de salud, el diagnóstico puede retrasarse o pasarse por alto, lo que reduce las oportunidades de intervención temprana y apoyo adecuado. 

Detección temprana 

Primeras preocupaciones 

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición neurobiológica que afecta la comunicación, la interacción social y el comportamiento. La detección temprana es fundamental para proporcionar una intervención oportuna y mejorar la calidad de vida de las personas con TEA. 

En la mayoría de los casos, los padres son los primeros en notar signos de alerta en el desarrollo de sus hijos. Sin embargo, algunos padres primerizos pueden no identificar estas diferencias debido a la falta de experiencia o referencias previas. Por esta razón, es crucial brindar información clara sobre las señales de advertencia más comunes. 

Señales de Alerta por Etapa del Desarrollo 

Antes de los 12 meses 

  • Escaso contacto visual con las personas. 
  • No muestra anticipación cuando va a ser cargado. 
  • Falta de interés en juegos interactivos simples como «¿Dónde está el niño/a?» o «Peek-a-boo»
  • Ausencia de ansiedad ante extraños alrededor de los 9 meses. 

Después de los 12 meses 

  • Disminución del contacto ocular. 
  • No responde a su nombre. 
  • No señala para pedir objetos. 
  • No muestra objetos a los demás. 
  • Respuesta inusual ante estímulos auditivos. 
  • Falta de interés en juegos interactivos como «¿Dónde está el niño/a?» o «Peek-a-boo»
  • No sigue la dirección de la mirada o el señalamiento de otros. 
  • Ausencia de imitación espontánea. 
  • Falta de balbuceo con intención comunicativa, como si «conversara» con el adulto. 

Otras Señales de Alerta Generales 

  • Falta de contacto visual sostenido. 
  • Ausencia de balbuceo o gestos comunicativos a los 12 meses. 
  • No responder al nombre. 
  • Juegos repetitivos y resistencia a cambios en la rutina. 
  • Dificultad para expresar emociones o interpretar las de los demás. 
  • Hipersensibilidad o hipo sensibilidad a estímulos sensoriales (sonidos, luces, texturas, sabores). 
  • Falta de interés en juegos imaginativos o simbólicos (Lord et al., 2020). 

Importancia de la Detección Temprana 

El reconocimiento temprano de estos signos permite iniciar intervenciones especializadas que pueden favorecer el desarrollo de habilidades comunicativas, sociales y adaptativas. La atención oportuna puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida de la persona con TEA y su entorno familiar. 

Es fundamental que los padres, cuidadores y profesionales de la salud estén atentos a estas señales y, ante cualquier duda, consulten con un especialista en desarrollo infantil. 

 

Criterios Diagnósticos del TEA según el DSM-5 

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) establece los siguientes criterios para el diagnóstico del Trastorno del Espectro Autista (TEA). 

a) Déficits persistentes en la comunicación e interacción social en múltiples contextos. 
Este criterio hace referencia a las dificultades en la comprensión y expresión de las emociones y en la interacción social. Por ejemplo, un niño con TEA puede tener problemas para comprender las emociones de los demás o para expresar sus propios sentimientos, lo que dificulta hacer amigos. Además, puede no establecer contacto visual o utilizar gestos para comunicar deseos o emociones, lo que puede afectar sus interacciones con otras personas. 

b) Patrones de comportamiento, intereses o actividades restringidos y repetitivos. 
Las personas con TEA pueden presentar comportamientos y actividades repetitivas, como insistir en seguir una rutina exacta todos los días, lo que puede generar frustración si algo cambia, como una alteración en el camino habitual a la escuela. También pueden concentrarse en objetos específicos durante largos períodos de tiempo, como girar las ruedas de un carrito de juguete sin detenerse, demostrando una preferencia por patrones repetitivos. 

c) Manifestaciones desde la primera infancia, aunque algunos signos pueden no ser evidentes hasta edades más avanzadas. El TEA suele manifestarse desde una edad temprana. Por ejemplo, un niño puede no hacer gestos como saludar con la mano o señalar objetos de interés a sus padres desde muy pequeño. Asimismo, algunos niños con TEA no responden a los intentos de interacción, como una sonrisa o un saludo, y pueden preferir estar solos, lo que dificulta el desarrollo de vínculos sociales. 

d) Impacto significativo en la vida cotidiana (APA, 2013). El TEA tiene un impacto notable en la vida diaria, afectando a varias áreas como la escuela, las actividades sociales, la familia y la autonomía. 

En el ámbito escolar, los niños con TEA pueden tener dificultades para trabajar en equipo durante actividades escolares, ya que no comprenden bien las reglas sociales de compartir o turnarse. Además, pueden ser incapaces de seguir instrucciones verbales complejas y requerir apoyo adicional para completar las tareas de clase. 

En las actividades sociales, los niños con TEA pueden no saber cómo iniciar o mantener una conversación con otros niños, lo que puede llevar a sentimientos de aislamiento y frustración. También pueden tener dificultades para reconocer cuándo alguien está molesto o enojado, lo que puede ocasionar malentendidos y conflictos con amigos o familiares. 

 

En el entorno familiar, los padres pueden verse obligados a seguir rutinas estrictas para evitar que el niño se ponga agresivo o angustiado si algo no ocurre como estaba planeado. La sobrecarga sensorial, como las luces brillantes o los ruidos fuertes, también puede generar comportamientos desafiantes en casa, como gritar o intentar escapar de ciertas situaciones. 

En cuanto a la autonomía, los niños con TEA pueden necesitar mucha ayuda para realizar actividades cotidianas, como vestirse, alimentarse o ir al baño, lo que impacta la autonomía familiar y puede requerir un apoyo constante. También pueden presentar retos para manejar sus emociones de manera independiente, lo que requiere la ayuda de un adulto para calmarse en situaciones estresantes, como en un supermercado lleno de gente. 

El diagnóstico suele realizarse a partir de los dos o tres años, aunque algunos niños pueden ser diagnosticados más tarde. En comunidades con recursos limitados, el acceso a especialistas puede retrasar el diagnóstico, lo que resalta la importancia de la formación en detección temprana para educadores y cuidadores. 

Mitos Comunes y Realidad sobre el Autismo 

  • Las vacunas causan autismo. (FALSO) No existe evidencia científica que lo demuestre (WHO, 2021). 
  • Las personas con autismo no pueden aprender. (FALSO) Con el apoyo adecuado, pueden desarrollarse plenamente. 
  • El autismo se cura. (FALSO) No es una enfermedad, sino una condición del neurodesarrollo. 
  • Las personas con autismo no tienen emociones. (FALSO) Sienten emociones, aunque pueden expresarlas de manera diferente. 
  • El autismo es culpa de los padres. (FALSO) Tiene un origen neurobiológico y no está relacionado con la crianza. 
  • Todas las personas con autismo son genios. (FALSO) Algunas tienen habilidades sobresalientes, pero no todas tienen una inteligencia superior. 
  • Las personas autistas viven en su mundo. (FALSO) Procesan la información de manera diferente, pero no están desconectadas de la realidad. 
  • No se comunican. (FALSO) Pueden tener dificultades con el lenguaje verbal, pero existen otras formas de comunicación. 
  • Todas tienen discapacidad intelectual. (FALSO) Pueden tener diferentes niveles de capacidad intelectual. 
  • Son agresivas. (FALSO) Algunas pueden presentar conductas disruptivas, pero no con intención de hacer daño. 
  • El autismo solo afecta a niños varones. (FALSO) Aunque se diagnostica más en varones, también afecta a mujeres y adultos. 

El Autismo en la República Dominicana 

En la República Dominicana, el autismo sigue siendo un tema poco comprendido, lo que representa un desafío para las personas con TEA y sus familias. A pesar de los avances en la concienciación, persisten barreras significativas en el acceso a servicios de diagnóstico y tratamiento adecuados. Sin embargo, se están llevando a cabo iniciativas de concienciación y sensibilización, y algunas instituciones educativas están comenzando a adaptar sus métodos para ser más inclusivas, lo que representa un avance hacia la inclusión de las personas con TEA. 

Guía para Tutores, Cuidadores Primarios y Familias 

  1. Infórmate y comparte: Busca y comparte información confiable sobre el TEA con tu comunidad. 
  1. Actúa a tiempo: Si notas señales de alerta, busca apoyo profesional.   
  1. Crea un entorno comprensivo: Sé paciente y utiliza herramientas visuales para ayudarle a comunicar sus emociones, necesidades y brindarle apoyo emocional. 
  1. Usa lenguaje claro: Habla en frases cortas y directas, evitando confusión con dobles sentidos o sarcasmos. 
  1. Fomenta la autonomía: Enseña actividades diarias paso a paso para aumentar la independencia del niño. 
  1. Adapta el entorno: Mantén un entorno predecible y libre de sobrecarga sensorial (ruidos y luces brillantes). 
  1. Desarrolla habilidades sociales: Practica juegos de turnos, modela interacciones y fomenta la comunicación social. 
  1. Tecnología al servicio: Usa aplicaciones y dispositivos para facilitar la comunicación (como Let me talk). 
  1. Premia los avances: Refuerza cualquier esfuerzo o avance, mostrando paciencia y celebrando cada pequeño logro. 
  1. Involucra a la familia y comunidad: Sensibiliza a la familia y la comunidad (escuelas, iglesias) para apoyar a los niños. 

Conclusión 

La concienciación sobre el autismo es fundamental para promover una sociedad más inclusiva, donde las personas con TEA, desde la infancia hasta la adultez, puedan alcanzar su máximo potencial, independientemente de su contexto socioeconómico. Es esencial invertir en educación, sensibilización y apoyo a las familias y cuidadores, garantizando que todos, desde niños hasta adultos, reciban las oportunidades que merecen. 

En la República Dominicana, la situación del autismo sigue siendo un reto constante para las familias que enfrentan barreras económicas, sociales y culturales. A medida que crece la conciencia sobre el autismo, es crucial mejorar los servicios de salud, la educación inclusiva y el apoyo emocional para las personas con TEA y sus familias, especialmente en áreas fuera de la ciudad de Santo Domingo. Solo con un enfoque integral y la expansión de recursos en todo el país se podrá garantizar que las personas con autismo, en todas las etapas de su vida, se desarrollen plenamente y tengan las oportunidades que merecen. 


Por Karla de los Santos López 

Karla de los Santos López es Psicóloga dominicana, con experiencia en psicología clínica infantojuvenil y trabajo con población neurodivergente. Está certificada en el uso clínico de la prueba ADOS-2 y posee un diplomado en Trastorno del Espectro Autista. 

Referencias Bibliográficas: 

  • American Psychiatric Association (APA). (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.)

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