Compassion Dominicana

Paz

«La paz nos ayuda a reflexionar y a pensar bien lo que vamos a hacer. Dios nos transmite paz por medio de sus palabras y de su creación».

¿Se puede hablar de paz en República Dominicana? creo que sí, ya que cada ser humano individualmente puede estar en paz si tiene a Dios en su corazón.

Pero no puedo dejar de entrever que en el ámbito general existe un sin número de problemas que no permiten que exista la paz.

La paz es todo lo que necesitamos en este país y en el mundo. Todos los seres humanos debemos tener paz con nuestro prójimo y dejar de odiarnos y maltratarnos como si fuésemos animales. En este país que se vive en medio de tanta delincuencia debemos contribuir a que haya más paz.

La paz de Dios es lo mejor que se puede sentir, porque cuando uno posee este sentimiento que es muy necesario para la vida humana, todas las cosas están de nuestro lado y queda afuera, el odio, el rencor y la falta de amor. Hay más comprensión, se puede respirar con libertad sin miedo de los demás.

Dios vino a este mundo a traer la paz. Murió por nuestros pecados sin medir color de piel, ni raza. Sólo quiso traer la paz para que fuésemos un pueblo libre de todo pecado.

La paz es uno de los atributos de la ley de Dios, y la transmite a cualquier hombre que se acerque y crea en El verdaderamente. La paz es la actitud que se manifiesta en el hombre que llega a la quietud, tranquilidad, armonía y avenencia.

La paz nos ayuda a reflexionar y a pensar bien lo que vamos a hacer. Dios nos transmite paz por medio de sus palabras y de su creación. La paz nos permite abrir nuestro entendimiento y nuestra sabiduría para así no cometer imprudencias, ni actos violentos.

La paz, es una palabra que deberíamos tener más presente, manifestarla a las demás personas y echar a un lado los malos pensamientos y vulgaridades que nos alejan y nos llevan a pecar contra Dios y las demás personas. 

También debemos tener la paz interior, la paz de adentro, lo que sentimos nosotros mismos. Estar en paz consigo mismo es estar en paz con el mundo, es sentirse libre de culpa, mostrar la alegría que llevamos dentro, y que las demás personas no la pueden ver más que quien está sintiendo ese gozo.

La paz interior es poder entender lo que queremos realmente, es lo que nos lleva a pensar que está mal causar daño a nuestro prójimo.

¿Por qué tantas instituciones hablan de paz? Yo me pregunto y aún me sigo preguntando ¿Por qué siguen los hombres en los diversos países cometiendo errores y abusos contra los demás?

El hecho que sucedió en los Estados Unidos no fue un acto de paz, los ataques de un país a otro no son un acto de paz. Las personas que murieron en ese ataque terrorista no fueron el fruto de un acto de paz, porque se perdieron muchas vidas humanas.

La paz tiene que ser armoniosa, es estar bien con uno mismo y con los demás, agredirse como en los tiempos antiguos que se mataban unos con otros y no creían en Dios y sobre todo no tenían paz. Me parece que en el mundo no habrá paz total hasta que cambiemos nuestros corazones y dejemos de causarles dolores a los demás.

Yo me detengo y pienso: ¿Contribuye Estados Unidos a la paz con sus actuaciones en Afganistán? Verdaderamente que no. Y aunque lo que está haciendo lo hace en su legítima defensa, esto no quita que personas inocentes sean afectadas. Además, no siempre se debe devolver mal por mal. Tal vez sea apropiado recordar aquí que Dios dice en su Palabra: «mía es la venganza».

Lo que sí debe hacer Estados Unidos, es buscar la forma de capturar a ese hombre que ellos creen que fue quien les hizo daño y no sólo a él, sino a todos los que dicen ser terroristas, para ver si así desaparecen los problemas del mundo y la paz, la verdadera paz puede llegar.

Según escucho por los medios de comunicación y en voz de los adultos incluyendo a mi profesor de Ciencias Naturales, las armas que los científicos están haciendo las están vendiendo y cambiando a los países por otra mercancía. Esto hace que esos países creen la guerra. Donde hay guerra tampoco hay paz.

Yo creo que hasta que no nos liberemos de todas las maldades y limpiemos nuestra caja dorada que es nuestro corazón, no podremos ayudar a que en el mundo haya paz.

Fuera la injusticia, fuera el pecado, el rencor, el egoísmo y que viva la bondad para que reine la felicidad. Para que en esta vida y en el mundo haya paz. ¡Qué viva la paz!


Escrito por: Elizabeth, 14 años.

Ciudad: San Pedro de Macorís, RD. 

Ganadora: Primer lugar 

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